Thursday, August 2, 2007

Ya lo sé

Lo mal que me lo paso con ella por culpa de lo bien que me lo paso con ella. Los dos sabemos que es masoquismo con una pizca de consciencia. Los dos sabemos que esto no debería ser así, pero las circunstancias no obligan, imploran, esta permanencia temporal. Los dos sabemos, también, que no es oro todo lo que reluce, que nadie da duros a cuatro pesetas o que no hay billetes de 3 Euros. Todavía. Los dos, mi mente y mi corazón, estamos de acuerdo y el segundo está cediendo terreno a sabiendas de que es la mejor solución. Eso no quita para que a veces la mente se duerma y sus pesadillas provoquen alucinaciones momentáneas. Son los pequeños detalles los peores. Verla caminar por el pasillo de un supermercado y no cogerle de la mano. Reírnos, acercarnos, tocarnos y no poder besarla. Los dos sabemos que esto solo es el poso de un vino que ya hemos bebido y del que no queda ni una gota en la botella. Pero amarga el olor acido de ese alcohol que un día fue “Reserva” y hoy es sólo un recuerdo avinagrado.

Pasará, como pasa todo, la vida, el dolor, el amor. Y pasará pronto, porque a mi edad ya no hay los eternos veranos de los quince años y este será el último Julio en que las cigarras canten tu melodía.