Tuesday, February 5, 2008

Me dueles

"Me dueles", lloró él.

"No es culpa mía", sentenció ella. "Yo no puedo cambiar lo que soy, sentir lo que no siento, fingir un orgasmo en ausencia de placer".

"Yo lo haría por tí", imploró él.

"Yo no", escupió ella.

"Ojalá pudiera odiarte".

"Ojalá pudiera amarte", ofreció ella, y se levantó para irse y no verle más, hasta el próximo miércoles a las cuatro de la tarde, como todas las semanas.

Puedo

Puedo escribir los versos más tristes y la prosa más amarga. Puedo envolver tu corazón en negro manto al leer mis líneas. Puedo hacer que otros lloren antes de llegar al final de un párrafo. Puedo pintar de gris invierno el soleado paisaje que se atisba tras el cristal de tu ventana. Puedo matar a sangre fía a los ruiseñores y traer mil buitres hambrientos que devoren sus pequeños cuerpos. Puedo transformar a un adorable cachorrillo en el can cerbero. Puedo convertir el seis de enero en el Día de los Muertos. Puedo convertir este bar en una leprosería en el Averno. Puedo borrar a los angelitos rubicundos de mejillas sonrosadas y en su lugar emborronar las sagradas paredes con rojas criaturas de negros cuernos.

Puedo hacer muchas cosas, pero lo único que no puedo hacer es dejar de amarte.